sábado, 10 de agosto de 2013

SENTIRSE INDEFENSO

Mira este vídeo, son sólo nueve minutos:


En primer lugar y desde mi posición especismo cero, el propio experimento con perros que es el ejemplo del vídeo, ya me parece injusto e indigno. La razón de estos dos adjetivos es que en un experimento con humanos, éstos dan su consentimiento para vivir la experiencia y se someten voluntariamente a los efectos en su persona. De manera que, sea lo que sea en lo que consista el experimento, dichos humanos ejerciendo su libre albedrío, lo aceptan.

Pero cuando es un animal (perro, mono, gato, hámster, etc.) el sometimiento es forzado dado que ellos no lo eligen. Es un acto de dominación, de esclavitud, de crueldad. Y no lo justifica aquello de en aras de la ciencia, no. Creo que es preferible morir o caer en una enfermedad, que salvarnos torturando a otros seres, matando a otros seres, tratando sin dignidad cualquier vida

Desde que el año pasado, los científicos del mundo afirmaron que sí, que era cierto: los mamíferos y otras especies, tienen consciencia, sienten dolor, sienten emociones, el predominio de la especie Homo Sapiens sobre las demás especies, deja de tener ninguna lógica (salvo la del egoísmo, la maldad, el goce morboso en el dolor y el sometimiento de otro).

Sin embargo, el experimento del vídeo tiene lugar en los años setenta, época en la que la toma de consciencia sobre el especismo, apenas de estaba gestando. De manera que, tomemos el mensaje, obviemos el modo en cómo se obtiene.

¿Cuál es el mensaje clave de esta demostración?

Yo creo que son dos: el primero se refiere a la manera como funciona el aprendizaje de un comportamiento. En este funcionamiento, los humanos y los mamíferos en general, aprendemos igual. Las leyes del comportamiento son las mismas, y son muy entendibles:
  • La probabilidad de que una conducta o comportamiento se repita, depende directamente de la clase de respuesta (reforzador) que obtiene. Imaginemos un ejemplo, con las famosas (y terribles) máquinas tragaperras. Se inserta una moneda (conducta) y la respuesta de la máquina es sonidos, luces, movimiento, la rueda en la pantalla gira sin parar. La siguiente conducta es apretar ciertos botones para conseguir que en la pantalla los 3 signos sean idénticos. La respuesta vuelve a ser sonido + luces + movimiento, finalmente conseguir o no, el premio. Esta última respuesta de la secuencia de conductas, varía. El premio aparece como consecuencia de la primera serie de conductas, o en la segunda o en la quinta o en la décima...Esta variación se llama refuerzo intermitente, es decir, aleatorio. Es el reforzador más potente, puesto que al no saber en que repetición de la conducta ocurrirá (saldrá premio), la persona sigue haciendo la conducta muchas veces (hasta que se le acaba el dinero). Este refuerzo intermitente es el que aumenta la probabilidad de que la conducta se mantenga. Piensa ahora tú, en alguna de las muchas conductas que haces que tienen reforzador intermitente. ¿Te das cuenta de lo bien que funciona cuando las consecuencias (premio) son positivas, potenciadoras de nuestro ser, beneficiosas? Por ejemplo, estudiar sin que en ese momento de estudio haya un premio de nota, hacer ejercicio sin que en ese momento se gane ninguna medalla...Pero piensa también en cuántas ocasiones este hábito pertinaz es para mantener conductas perjudiciales para nosotros (tabaco, alcohol, comer en exceso...) Muchos problemas con lo que nos hemos de enfrentar tienen que ver con el modo en cómo hemos aprendido a enfrentar los problemas (sin saberlo, se ha condicionado nuestra conducta -física, emocional y mental- con un reforzador intermitente negativo: huir del dolor, de la angustia, de la ansiedad...)
El segundo mensaje se refiere a lo susceptibles que somos de ser condicionados con manipulación (es decir, con plena consciencia del manipulador de lo que hace y de lo que quiere conseguir con nosotros). Esto quiere decir que estamos indefensos (o casi) a la indefensión inducida.

Realmente, en la historia de los campos de concentración, la indefensión inducida está más que explicada. Las personas reaccionaban con pasividad ante la tortura y la muerte, y es por esa razón que los torturadores pudieron cumplir su misión con relativa facilidad.

 Pero también en esa historia, los campos de concentración tienen numerosos ejemplos de personas que se resistieron a la trampa de la indefensión, y pudieron sobrevivir. Cuando pudieron contar sus historias, todos coincidían en que no estaban allí. ¿Cómo? nos preguntamos. Pues sí, no estaban allí emocionalmente. Estaban en el futuro, libres de esa pesadilla, disfrutando con sus seres amados de la vida. O estaban en el pasado, gozando del amor de los suyos. El dolor, la presión, el entorno, quedaban amortiguados: sí que dolía, sí que era horrible, pero tenían una opción para escapar: su mente. Esto es lo que les diferenció de sus compañeros asesinados: tenían una opción y aquellos no.

La última parte del vídeo, es un experimento con ítems muy poco agresivos: una trampa de lenguaje en un ejercicio con estudiantes. Sin embargo, los sentimientos que provoca son igualmente potentes: desconfianza, confusión, inferioridad. ¿Cuántas veces cosas muy pequeñas nos han herido grandemente? Sí, los humanos también somos muy experimentables, maleables, manipulables...

Pero también podemos ser invencibles. La diferencia estriba en sí podemos apoyarnos internamente a nosotros mismos, o creemos que no (porque poder, siempre podemos).

Cuando te sientas indefenso o indefensa, detente. Sepárate de ese sentimiento, preguntándote por ejemplo: ¿con qué sentimiento agradable puedo conectar ahora mismo? Y tu mente, a la que le es imposible dejar de contestar a una pregunta, te responderá trayéndote un sentimiento agradable en que fijarte.

Desde ese sentimiento agradable que te ha devuelto la calma, ponte a pensar en eso que te hace sentir indefenso. Dale la vuelta una vez y otra y otra...Busca otras explicaciones, busca otras salidas...Y en última, si no la encuentras, sácate tu As de la manga, y di: 

Yo estoy bien al margen de todo lo demás
Esto tiene una explicación aunque yo la ignore
Puedo aguantar esto y mucho más hasta resolverlo

Siempre existe una opción. Has de mirar hacia dónde está. Siempre existe una opción. Está en ti, en tu mente, en tu corazón. Nadie puede esclavizarte (en cualquiera de los niveles de esclavitud), si tú no quieres. 

Tu mente es tu comodín ¿y tú, ya estás siempre de tu lado?



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