PALABRAS QUE MATAN
Ya
que hablamos de palabras, comencemos por definir algunas palabras con ayuda del
diccionario:
AGRESIVO
Faltar
al respeto, ofender, provocar, atacar
ABUSAR
Usar
mal, excesiva, injusta, impropiamente, indebidamente, de algo o alguien
ABUSO
Infidelidad
que consiste en burlar o perjudicar uno a otro, que por inexperiencia, exceso
de bondad, afecto o descuido, le ha dado crédito
ACOSAR
Perseguir
sin dar tregua ni reposo a un animal o persona
ACOSO
Perseguir,
apremiar, importunar, a una persona con molestias o requerimientos
COMUNICAR
Hacerse
entender al explicar una situación, pensamientos o sentimientos
CREENCIAS
Ideas
a las que, sin cuestionarlas en absoluto, les damos crédito, nos las creemos,
aceptamos que son la verdad. Algunas son positivas y otras son negativas, según
las consecuencias de creer en ellas.
MALTRATAR
Tratar
mal de palabra y/o obra, a otro. Menoscabar, echar a perder.
MALTRATO
Acción
y efecto de maltratar
MODELO
Arquetipo
o punto de referencia para imitar o reproducir
AUTOESTIMA
La
capacidad de sentir verdadero amor por uno mismo
AMOR
Sentimiento
que mueve a desear que la realidad amada alcance su mayor bien, a procurar que
sus deseos se cumplan, y a gozar como bien propio el hecho de saberlo cumplido.
Amor además, significa que hay aceptación, comprensión, apoyo y aliento,
lealtad, comunicación, alegría, comodidad, naturalidad, entre otras cualidades.
Ahora
pensemos en algunas creencias que
nos vienen a la cabeza o hemos escuchado al definir a:
LOS HOMBRES LAS MUJERES LOS NIÑOS
Inteligente tonta tontos
Poder incapaz incapaces
Miedo arpía ingenuos
Sabio cobarde dominados
Dominación dominada disciplina
Infiel obedecer castigo
Violento fiel/infiel tiernos
Estúpido sacrificada obediencia
Si
nos fijamos en la historia que nos
precede, estas creencias han sido “creídas” por cientos de miles de personas,
perpetuándolas en el tiempo.
Por
ejemplo, a pesar de que el derecho al voto de las mujeres se hizo efectivo a
principios del siglo XX, en Suiza hasta más allá de los años setenta, tuvieron
problemas para hacerlo efectivo.
Los
niños, hasta mediados el siglo XX, seguían siendo explotados desde muy pequeños
y el derecho a la educación no se cumplía. Sin embargo, en el siglo XXI, hay
miles de niños que todavía viven bajo la explotación y no pueden ejercitar su
derecho a la educación.
Violar
a las mujeres y a las niñas (y niños) sigue siendo algo aceptado como natural
en muchos países del mundo en la actualidad. Los violadores suelen ser en su mayoría
personas cercanas a la víctima, como el padre, el abuelo o el tío. El derecho
de pernada, vigente hasta mediados del siglo XX, permitía que el dueño de las
tierras violara a la recién casada, en su noche de bodas.
Como
las personas creen que es algo “normal”, lo consienten. En el momento en que
esta normalidad es cuestionada y se comprende que es “anormal”, las personas
pueden rebelarse al maltrato, la explotación, el abuso y el acoso.
Recordemos
la secuencia emocional:
PENSAMIENTOàSENTIMIENTOàACCIÓNàRESULTADO
La
programación mental es el circuito
de pensamiento-emoción-acción-resultado que hemos recibido desde que éramos
niños.
Esta
programación provoca que nuestra conducta, comportamiento, lo que hacemos, lo
que es observable, sea automático y coherente con la cadena
pensamiento-sentimiento.
Cómo ocurre la programación mental en
la infancia
El
niño aprende palabras antes de
aprender a pensar
Lo
concreto (objetos, acciones) lo aprende antes
que lo abstracto (pensamiento, sentimiento)
Quién
es y cómo es lo aprende con las palabras
que oye sobre sí mismo (incluido el aspecto no verbal cuando lo dicen)
Cómo
son las cosas, la visión del mundo,
las aprende oyendo lo que dicen los mayores sobre cómo son las cosas y viendo
cómo actúan sus mayores.
Todo
lo que ve y oye, es más determinante, más influyente cuando lo ve y oye de
personas a las que quiere y con las que el vínculo
emocional es fuerte.
El
diálogo interno que tenemos para poder
comprender lo que está pasando. Cómo nos afecta y decidir cuál es nuestra
respuesta y reacción, está influido en gran forma por lo que hemos visto y oído
en nuestra infancia, y se ha confirmado al entrar en la adolescencia y en el
mundo adulto.
Porque
la realidad, es según cómo interpretamos lo que ocurre. Esta interpretación
está determinada por nuestras creencias, que no son más que ideas que hemos
aceptado que son ciertas sin ningún cuestionamiento.
Ejemplo:
Un
niño o niña que ha visto y/o
experimentado
-
agresividad
-
violencia
-
abuso
-
acoso
-
maltrato
Que
ha escuchado y visto que los hombres deben ser violentos y agresivos para ser
hombres.
Que
ha escuchado y visto que las mujeres deben ser dominadas, que no valen nada sin
un hombre a su lado, que son torpes por naturaleza, que hay que acosarlas para
que respondan como queremos, y que hay que adiestrarlas con golpes y castigos
porque sino no aprenden
ES MUY FÁCIL
Que
de adulto/adulta, siga esos MODELOS.
Esta
es la cuna del maltrato, del acoso,
del abuso, de la violencia, de la agresividad, del asesinato: las creencias contadas
con palabras y actos, que nos acabamos creyendo.
Así
pues, si una mujer escucha repetidamente:
-
que es tonta
-
incapaz
-
que no entiende
-
que no sabe
hablar
-
que se equivoca
siempre
-
que es débil
-
que es cobarde
-
que es indigna
-
que provoca la
violencia, que es culpa suya
-
que merece ser
castigada
Y
esto lo dice una persona que afirma que la “ama”, va a dar crédito a esas
definiciones de sí misma, y se las va a creer.
Esa
va a ser su “realidad”.
Por
tanto si piensa que es tonta, se sentirá incapaz y torpe, actuará equivocándose
y el resultado es que tendrá la culpa de hacer enfadar a su marido.
Va
a aceptar el maltrato verbal y esto
la va a preparar para aceptar el maltrato físico, la violencia, la agresión,
creyendo que se lo merece porque no vale nada, es indigna de algo mejor.
En
el momento que cree esto, las palabras
-
tonta-incapaz-débil-cobarde-indigna-merecer
un castigo-equivocarse-hay algo malo en mí-
La han matado por dentro de su ser y pueden llegar a matarla físicamente sino se aleja
de su maltratador.
MALTRATO
ABUSO
ACOSO
AGRESIÓN
VIOLENCIA
Son
acciones que necesitan de dos actores:
el maltratador y el maltratado.
Esto
es muy importante para comprender este tipo de relación y salir de ella.
Es
como que lo que hemos aprendido sobre hombres y mujeres y como se relacionan,
nos adjudicara un papel, y lo seguimos sin darnos cuenta de que es un “papel”.
Los actores están sometidos a su papel, lo desarrollan, lo viven.
Tan
insano es sentir que es adecuado agredir, maltratar, como insano es sentir que
es apropiado ser agredido y ser maltratado.
Cuando
uno de los dos actores toma conciencia
de otra forma de ver su realidad, puede salirse del papel, terminar con el
maltrato, cambiar su reacción, su respuesta.
Lo
más reconocido es el maltrato de género, de los hombres a las mujeres, pero el
abuso, el acoso, la violencia, el maltrato, se da en cualquier relación donde
uno de los implicados quiere dominar al
otro (padre, jefe, vecino, amigo…)
La
realidad es que en una relación de Poder, siempre se da el abuso.
En
una relación de Poder Personal, donde somos auto dependientes y libres, el
abuso no tiene cabida.
Hay
algunas pautas muy claras que
indican que se está dando un abuso
verbal:
-
las situaciones
que hieren a la mujer, que la enfadan o confunden, raramente ocurren en público
-
que la situación
que la hiere, enfada o confunde, siempre es inesperada
-
que la situación
que la hiere, confunde o enfada, ocurre cuando ella se siente contenta, feliz o
afortunada
-
que la situación
que la hiere, confunde o enfada, se vuelve habitual
-
que la situación
que la hiere, confunde o enfada, generalmente transmite desprecio por sus
intereses o deseos
-
que la situación
que la hiere, confunde o enfada, no provoca deseo en su compañero de aclararlo
o hablarlo, ni siquiera parece molesto por el incidente
-
la sensación de
aislamiento se va volviendo habitual
-
puede escuchar
que su pareja se define a sí mismo, a ella y a la relación de un modo que no se
ajusta a lo que ella vive
-
la mujer nunca
reprocha al abusador lo que oye que él dice de ella
Características del abuso verbal
El
abuso verbal es un acto de violencia
psicológica que se manifiesta por medio de palabras que atacan o injurian,
que nos llevan a creer lo falso o que hablan falsamente de una persona.
El
abuso puede ser abierto o encubierto.
El
menosprecio puede ser expresado con
palabras que parecen extremadamente sinceras y consideradas.
El
abuso verbal es manipulador y
controlador, aunque la mujer no se da cuenta, sólo que la vida es muy
diferente a como la esperaba, mucho menos feliz
El
abuso verbal es insidioso,
desconsiderado, irrespetuoso, de tal modo que su autoestima va
disminuyendo, va perdiendo confianza en si misma, cambia su conducta para no
volver a ser lastimada, cambia lo que piensa sobre si misma, comienza a sentirse
indigna.
El
abuso verbal es impredecible, la
mujer se siente atónita ante el sarcasmo de su compañero, sus indirectas y sus
comentarios hirientes.
El
abuso verbal ofrece un doble mensaje:
hay incongruencia entre lo que dice y lo que siente verdaderamente. Es falso,
actúa. Los dobles mensajes ayudan a enloquecer.
Generalmente,
el abuso sufre una escalada,
comenzando débilmente y creciendo la intensidad y la frecuencia.
Las categorías del abuso verbal
No
compartir nada
Contradecir
constantemente
Humillar
a la menor ocasión
Hacer
bromas con una intención claramente hiriente
Bloquear
y desviar los intentos verdaderos de comunicación
Acusar
y culpar
Juzgar
y criticar permanentemente
Trivializar
situaciones graves
Socavar
la confianza y la sinceridad
Amenazar
Insultar
Ordenar
con tiranía
Olvidar
a propósito
Negar
lo evidente
Actuar
con ira
Creencias destructivas en una relación
de abuso verbal
Para
pelear hacen falta dos
El
amor todo lo puede
Puedes
superarlo
Confórmate
con lo que tienes
La
mujer ha de sacrificarse
Se
buena con la gente y la gente lo será contigo
Tómalo
con tranquilidad y paciencia
Sigue
intentando
Nunca
renuncies
Perro
que ladrador, poco mordedor
No
dejes de sonreír
Esto
será una etapa
Las
palabras nunca te harán daño
Nadie
dijo que fuera fácil
Estáis
juntos para bien y para mal
Aplicado
a una relación de abuso, perpetúa el maltrato porque la mujer lo acepta como
natural, espera el cambio, aunque vaya tardando.
Las
creencias favorables en una relación de abuso verbal, son:
Soy digna de lo mejor
Soy valiente, soy fuerte y soy capaz
Me amo tanto que impido cualquier daño, de cualquier persona
o cosa
Me amo tanto que hago lo necesario para ser feliz
Cuando
se toma conciencia de que esto es lo que
nos está pasando, lo primero es aumentar la autoestima y recuperar la
confianza en nosotros mismos. Volver a hacer lo que hacíamos antes y hace
tiempo que hemos renunciado a repetir. Recuperar a los amigos. Entrar en un
grupo de terapia de maltrato. Escribir lo que sabemos que somos aunque lo habíamos
olvidado. Afirmarnos constantemente. Tomar la decisión de abandonar al
maltratador y buscar todos los apoyos que necesitemos.
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